quarta-feira, 25 de maio de 2011

El valor del trabajo en comunidad

*Catalina Peña



La vida está llena de caminos, vamos decidiendo por donde ir, cada uno ofrece una vista diversa del paisaje, ofrece obstáculos, desafíos y nuevos caminos que seguir.
Cuando decidimos qué camino tomar en nuestra vida profesional tomamos en cuenta nuestros valores, nuestras experiencias previas, y al ser docentes tomamos en cuenta nuestra cultura y experiencias educativas que tuvimos como niños, por eso nuestra imagen de niño y niña es tan diversa, y tan particular.
Hace cuatro años, un grupo de personas al cual pertenezco decidimos tomar un camino lleno de incertidumbres, movidos por el amor al arte y la admiración al niño y sus potencialidades escogimos inspirarnos en la propuesta de los nidos y escuelas de la infancia municipales de Reggio Emilia, nos inspiramos al encontrar valores en común y movidos por una gran pasión empezamos a profundizar en esta experiencia.

Los valores y principios de esta propuesta han sido un aporte importante a nuestro trabajo, ellos nos han transformado. Un factor que ha marcado nuestra experiencia es el hecho de ser más consientes de la importancia del trabajo en comunidad, de la escucha del otro, de la necesidad del otro. Mientras más somos consientes de esta sencilla verdad mayor es nuestra disposición, y la disposición es una acción, un verbo necesario dentro de la pedagogía de la escucha. Esta disposición hacia el otro al convertirse en un trabajo en conjunto, llega a tener infinitas posibilidades.
 El trabajo en conjunto entre los colegas, familias y con los niños y niñas va creando ideas, teorías, propuestas que se van enriqueciendo y fortaleciendo, cada uno formando parte de un sistema de relaciones, donde la democracia y participación tienen un lugar muy importante.
Podría poner muchos ejemplos de cómo el trabajo en conjunto, sintonía y respeto con los demás nos enriquece pero me limitaré a evocar las palabras de una de nuestras niñas: Sofía de cinco años y un mes quien intrigada por una enorme enredadera que crece en nuestro jardín empieza a investigar sobre estas particulares plantas, entonces durante una exploración con arcilla expone una interesante teoría:
“En las enredaderas hay formas, las hojas están conectadas, si no se conectan, no hay más plantas, estar conectado es importante para que salga más hojas… las hojas se tienen que juntar y así se esfuerzan juntos… es como un humano… los humanos se esfuerzan juntos.
Hay que trabajar en equipo, si se trabaja en equipo se hace más fuerza, si uno no puede hacer algo se junta, trabaja en equipo y todo se logra… en equipo todo se puede lograr! “
Estas hermosas palabras de Sofía son una reflexión para nosotros, nos hace pensar en la importancia de las relaciones con otros, en la fuerza que se deriva de esas relaciones. Estas palabras nos invitan a continuar construyendo una comunidad educativa y nos invitan a mirar a través de los ojos de los niños y niñas, quienes ven en la unión y la armonía la fuerza para mover el mundo, un mundo cambiante que necesita de muchas manos unidas que trabajen para él.


*Catalina Peña
Directora pedagógica
Centro Educativo Aprender y Crear
San José - Costa Rica